La historia de FATOSA empieza en Sabadell en 1969 con la construcción de unas primeras máquinas creadas pensando en la pequeña industria y destinadas a la exportación. Desde la fabricación de aquellas primeras unidades hasta disponer de la gama actual, con más de treinta modelos, han transcurrido años de constante evolución en el diseño y en el estudio de la calidad y la seguridad, en un compromiso constante con la industria de la alimentación.
Todas las máquinas de FATOSA son diseñadas por el propio departamento de ingeniería, teniendo muy en cuenta la evolución tecnológica y las necesidades del mercado, así como las directrices internacionales de seguridad y de higiene. La calidad es una parte muy importante del diseño para ofrecer al cliente máquinas precisas, fuertes y duraderas. La amplia variedad actual permite abastecer tanto a la pequeña como a la gran industria del procesado de alimentos. Además, FATOSA dispone de elementos técnicos suficientes para adaptarse con gran flexibilidad a las necesidades particulares de cada cliente.
FATOSA tiene sus naves de fabricación en Sabadell, ciudad situada en una zona tradicionalmente industrial, con facilidad de comunicación mediante cualquier medio de transporte: aéreo, marítimo o terrestre.
De buen principio las ventas de FATOSA se expandieron por Europa, pero con los años, y como consecuencia del considerable esfuerzo de todos los integrantes de la empresa, las máquinas han llegado a los cinco continentes. Hoy funcionan máquinas de FATOSA en lugares tan distantes entre sí como Japón lo es de Estados Unidos, Indonesia de Noruega, o Sudáfrica de Canadá.